San Miguel Tenango: Hilos que tejen historia y tradición
- Roberto Gómez Robles
- 2 oct
- 3 Min. de lectura

En lo alto de las montañas de Zacatlán, donde el viento recorre los pinos y el murmullo de la sierra parece un canto ancestral, San Miguel Tenango se alza como un centro de tradición viva, donde las manos de sus artesanas dan forma a vestimentas que son mucho más que ropa: son testimonios de identidad, memoria cultural y arte ancestral.
Recorrer sus calles empedradas es adentrarse en un mundo donde cada casa, cada taller y cada tela tiene su historia. Las mujeres del pueblo, desde temprana edad, aprenden el arte del hilado y del bordado, transmitido de generación en generación. Cada vestimenta que nace de sus manos lleva consigo siglos de tradición, uniendo pasado y presente en un solo hilo.
El hilo: origen de toda creación
Todo comienza con el hilo, el alma de la vestimenta. Las artesanas seleccionan fibras naturales, principalmente algodón y lana, que luego limpian, cardan e hilan hasta obtener hebras resistentes y suaves. Este proceso requiere paciencia y precisión, pues la calidad del hilo determina la durabilidad y belleza de la prenda.
El hilado se realiza en torniquetes tradicionales o ruecas, y cada movimiento, cada giro, es una lección de técnica y paciencia. Aprender a hilar no es solo un oficio, es una disciplina que conecta a la artesana con sus ancestros, transmitiendo valores de dedicación y respeto por la tradición.
El tejido y el bordado: transformando el hilo en arte
Una vez obtenido el hilo, comienza el proceso de tejer y bordar, donde la vestimenta cobra forma y significado:
Motivos tradicionales: figuras geométricas, símbolos de la naturaleza, animales y representaciones de la cosmovisión nahua. Cada diseño tiene un propósito, ya sea protector, decorativo o narrativo.
Quexquemel y prendas ceremoniales: estas piezas emblemáticas se elaboran con paciencia extrema. La artesana mide, corta y une piezas de tela, integrando bordados que pueden tomar semanas o meses en completarse.
Técnicas ancestrales: se emplean métodos heredados de la época prehispánica, como el bordado a mano, puntadas especiales y combinaciones de colores que transmiten historias y emociones.
Cada prenda es única; incluso dos quexquemeles hechos por la misma artesana pueden diferir en detalles y matices, reflejando la creatividad y sensibilidad de quien los confecciona.
El significado cultural de las vestimentas
Las vestimentas de San Miguel Tenango no son meramente estéticas; son símbolos vivos de identidad y pertenencia:
Representan la conexión con la tierra, los ciclos agrícolas y la espiritualidad.
En bodas y festividades, los quexquemeles y bordados marcan el estatus, la unión familiar y la preservación de la tradición.
Cada hilo y cada puntada narran historias de generaciones, honrando la memoria de los ancestros.
Vestirse con estas prendas es, en cierto sentido, participar en un ritual cultural, donde el pasado y el presente convergen en la tela que envuelve el cuerpo.
Procesos de conservación y transmisión
La creación de vestimentas tradicionales también implica educación y preservación cultural:
Las artesanas enseñan a niñas y jóvenes desde temprana edad, asegurando que las técnicas y el significado de cada prenda no se pierdan.
El cuidado de las herramientas, hilos y telas es fundamental: cada error puede arruinar semanas de trabajo.
Las familias participan indirectamente, apoyando en el hilado, teñido o preparación de materiales, reforzando la comunidad y la cohesión social.
El impacto social y cultural de las artesanas
Más allá de la belleza de sus obras, las artesanas de San Miguel Tenango cumplen un papel crucial:
Conservan la identidad cultural del pueblo, manteniendo viva la historia a través de sus manos.
Impulsan la economía local, ya que la venta de vestimentas tradicionales se ha convertido en una fuente de sustento y valorización cultural.
Conectan generaciones, asegurando que los conocimientos ancestrales no se pierdan frente a la modernidad y la industrialización.
En cada quexquemel terminado, se encuentra la memoria, el esfuerzo y el orgullo de un pueblo entero.
Hilos que cuentan la historia de un pueblo
Las vestimentas tradicionales de San Miguel Tenango son mucho más que ropa. Son hilos que tejen historias, memoria y cultura. Cada prenda refleja paciencia, técnica y un profundo respeto por los ancestros y la naturaleza. Ver a las artesanas trabajar es presenciar un ritual silencioso y poderoso, donde cada puntada es un acto de resistencia, identidad y amor por la tradición.
San Miguel Tenango no solo se vive, se siente a través de sus vestimentas y de las manos que las crean, y gracias a sus artesanas, su cultura permanece viva, orgullosa y eterna.





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